Un cambio que ya está en marcha.

En Argentina, la Secretaría de Ambiente emitió resoluciones que acompañan los compromisos internacionales para reducir el uso de gases con alto impacto ambiental. Entre ellos se encuentra el FM-200, un agente extintor muy utilizado en sistemas de supresión de incendios en áreas críticas como data centers, telecomunicaciones, hospitales y transporte.
Este gas pertenece a la familia de los HFCs (hidrofluorocarbonos), que si bien no dañan la capa de ozono, tienen un alto potencial de calentamiento global. Por eso, su uso está siendo restringido y se encuentra en proceso de discontinuidad.
¿Qué significa esto para las organizaciones?
La salida del FM-200 no implica quedarse sin protección, sino adaptarse a una nueva generación de agentes limpios que cumplen con los mismos estándares de seguridad, pero con un impacto ambiental mucho menor.
FluoroK: la alternativa del futuro
Uno de los agentes que ya se perfila como reemplazo es FluoroK, que ofrece:
– Cero daño a la capa de ozono.
– Menor impacto climático que los HFCs tradicionales.
– Alta eficacia en la supresión rápida de incendios.
– Compatibilidad con normativas internacionales como NFPA 2001 e ISO 14520.
Una oportunidad para modernizarse
Este cambio no debe verse solo como una obligación regulatoria, sino como una oportunidad para modernizar los sistemas de protección contra incendios. Migrar hacia agentes como Fluoro-K significa:
– Cumplir con la normativa vigente.
– Reducir riesgos ambientales y regulatorios.
– Reforzar la seguridad de instalaciones críticas.
– Posicionarse como organización responsable y sostenible.
El futuro de la protección contra incendios en Argentina ya está marcado: el FM-200 se despide y los agentes limpios como Fluoro-K toman la posta. Se trata de un cambio que combina seguridad, sostenibilidad y cumplimiento normativo, y que abre la puerta a una nueva etapa en la protección de lo que más importa.